martes, 4 de abril de 2017

El poder de la lengua

                                                          EL PODER DE LA LENGUA

     Inicio mi artículo compartiendo una historia que encontré en el libro del "Maestro" Antonio Pérez Esclarín, llamado, Educación Integral de Calidad:

     Cuentan que el fabulista Esopo estuvo un tiempo al servicio de Cantu. Un día lo envió al mercado a que comprara lo mejor que hallara. Esopo fue y compró una lengua.
- ¿Eso fue lo mejor que encontraste?
-  Si, con la lengua podemos expresar amor, verdad, alabanza, ánimo... La lengua permite a los hombres comunicarse, entenderse.
Pasado un tiempo, el patrón volvió a enviar a Esopo al mercado y le pidió que, en esta oportunidad, le trajera lo peor que pudiera encontrar.
Esopo fue y volvió con otra lengua.
- ¿ Eso fue lo peor que encontraste?
-  Sin duda. Con la lengua podemos calumniar, mentir, ofender, chismear, injuriar.

     Lamentablemente muchos no conocemos el daño que podemos ocasionar a otras personas cuando inventamos un chisme lleno de odio, calumnias y ofensas. Una palabra puede doler más que un golpe y causar heridas en el alma muy difíciles de curar. Cuesta aceptar que en nuestro país nos hemos acostumbrado a la violencia verbal y eso se ve reflejado en el vocabulario de nuestros estudiantes.
Es muy común escuchar en nuestras instituciones a jóvenes que utilizan la agresión verbal disfrazada con bromas, chistes homofóbicos, xenofóbicos, racistas y sexistas pero lo peor de todo es que muchos docentes también han caído en este ERROR.

     Con sobrenombres y apodos se humilla, aunque muchas veces se excusen porque se expresen con cariño, se valen de una condición física o social (gordo, flaco, negro, enano, gigante, pobretón, ricachón, feo), todo para descalificar y hacer sentir mal al otro.
"Es posible destruir a una persona con palabras, miradas, sobreentendidos: eso es la  violencia perversa o el acoso moral". Marie France Hirogoyen.

      Un joven que maltrata es porque ha sido maltratado, un niño que golpea es porque ha sido golpeado, el ser humano no nace violento, se hace a lo largo del camino, lo hace su familia cuando le enseña que los golpes y maltratos son la fórmula correcta para corregir los errores, para solventar los problemas. La cultura del chisme es copiada de generación en generación, es parte de la cultura familiar, comunal y escolar.
       
       Debemos aprender a convivir y para ello debemos aprender a escuchar, a establecer acuerdos y a respetar la diferencias. Utiliza el poder de tu lengua para hacer el bien, para enamorar, para apoyar a un amigo en los momentos difíciles, para hacer reír, para reír con el otro, NO DEL OTRO.

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