CARTA AL REPRESENTANTE*
Estimado representante, hemos culminado con éxito un atípico año escolar, muchas felicidades, gracias por todo su apoyo, paciencia y comprensión para con la ejecución de las actividades académicas asignadas a sus hijos.
Pese a todas las adversidades, ha sido un año de mucho aprendizaje, de mucho crecimiento personal, año sin precedentes, que pasará a la historia y quedará grabado en la memoria de todos los que lo protagonizamos.
Por tal motivo los invito a celebrar, junto a sus hijos, el cierre del mismo, hágale sentir su orgullo por esta meta que acaba de alcanzar, no deje pasar la valiosa oportunidad de estamparle un beso y un abrazo, discutan los aspectos a fortalecer para el venidero año escolar, olvídese, POR FAVOR, de las quejas, de los lamentos, deje de desacreditar con términos despectivos como: "este año no aprendiste nada", "ese programa fue un fraude", "este fue un año perdido", por el contrario, analicen todos los obstáculos, que en familia, fueron vencidos y se darán cuenta de todo lo que pudimos aprender, como padres, como hijos, como estudiantes, como docentes, como familia, como escuela, como país.
Sin duda se cometieron errores ¿Quién no? Aprendamos a ver los mismos como oportunidades para crecer y mejorar, los más grandes aprendizajes de la vida vienen de errores cometidos a lo largo del tiempo, basta ya de condenar el error, basta ya de resaltar los los defectos, tampoco les pido que los justifiquen o que los dejen pasar por alto, nada gano con justificar actitudes erradas, nada gano con realizar los deberes de mi hijo, con la excusa de son muchas actividades, piense por un instante que no está engañando al docente, ni a la escuela, ni mucho menos al sistema, señor representante se está engañando a usted mismo, esta engañando el presente y futuro de su hijo.
Compartan los errores, discútanlos y llegarán a la conclusión de que valió la pena equivocarse, que algunas veces se gana, otras se aprende, entenderán que fallar es necesario, no por nada se dice que el éxito es el último eslabón de una cadena de errores, señores, fallar, equivocarse, perder, es parte vital del crecimiento, parte de la formación integral que todos necesitamos.
Deseo de todo corazón que pronto podamos volver a las aulas de clases, que nuestra escuela salga del coma en el que se encuentra, que reviva de las cenizas, como lo hace el ave fénix, porque si, hoy las escuelas están muertas, una escuela sin niños, niñas y adolescentes es como un bosque sin árboles, una escuela sin buya, esa buya tan difamada, sin niños corriendo en los pasillos y jardines, esas carreras que muchos de nosotros seguimos empeñados en eliminar, yendo en contra de la naturaleza del niño, es una escuela sin sentido, es una escuela deprimente.
Pido a Dios que pronto nos volvamos a reunir en el escenario para fundirnos entre besos y abrazos, alegría y afecto, para cantar el himno a todo pulmón, sin regaños, sin gritos, sin maltratarnos.
Pido a Dios por la salud de todos y cada uno de ustedes, padres, madres, hijos, hijas, para que "en menos de lo que canta un gallo" nos volvamos a encontrar en nuestro segundo hogar, nuestra escuela, una escuela renovada, con unos docentes dispuestos a crear, a innovar, a errar, a aprender junto a sus estudiantes, con unos representantes comprometidos con el proceso educativo de sus hijos, empáticos, considerados, respetuosos ante el trabajo del "maestro", si respeto que se ha venido perdiendo a lo largo del tiempo, considero que este momento ayudará a recuperar el mismo porque si de algo se han dado cuenta muchos es del gran trabajo que hace día tras día un maestro. ¿Nada fácil verdad?
¡FELICES VACACIONES!
~_NOS VEMOS MUY PRONTO~_
Atte: Profesor. Gustavo Zambrano
Bachaquero, Julio del 2020